sábado, 17 de marzo de 2012

El niño difícil (Parte 3/3)

Dr. Francisco Domínguez García - Revisión Febrero del 2012.


  OBSERVACIONES Y REFLEXIONES EN RELACION AL NIVEL DE ACTIVIDAD EN EL NIÑO.

  EL OBJETIVO DE ESTE PUNTO ES MOSTRAR QUE NO EXISTE UNA SOLA FORMA DE “HIPERACTIVIDAD”. EXAMINAR SI DICHA “HIPERACTIVIDAD” ES UN PADECIMIENTO O UNA DIFICULTAD DE ADAPTACION.

  A la fecha no existe una referencia que nos indique cual es el nivel normal de actividad que debe mostrar un niño en las diferentes etapas y épocas de su vida y del desarrollo: Recién nacido, Lactante, Preescolar, Escolar, tampoco hay descripciones de cuales son los niveles de actividad para el adolescente, joven o adulto.

  Sin embargo se puede partir de que la condición humana se caracteriza por su diversidad y los niveles de actividad que muestra son diferentes.

  El nivel de actividad de los seres humanos y los niños es variable. En los niños, tenemos pequeños que a veces desde la gestación se caracterizan por una gran cantidad de movimientos, (las madres, durante el embarazo, dicen sentir movimientos excesivos).

  Después del nacimiento, en los primeros meses, al sostener al niño en los brazos, en algunos, se siente como si hubiera una serie de pequeñas contracciones musculares que recorren su cuerpo. A otros menores se le observa y describe como quietos.

  En condiciones normales, en edades tempranas algunos niños muestran una mayor actividad que otros, algunos son particularmente tranquilos, “se quedan en donde se le deja”, se mueven pero no nos preocupa su forma de moverse a menos que llegue al extremo opuesto de una hipoactividad, o pasividad que requiere ser estudiada.

  Para estas edades hay parámetros determinados respecto a la forma de la movilidad, tanto refleja como intencional, se conocen los tiempos aproximados en que los reflejos se atenúan, desaparecen y se inician las acciones voluntarias. Los cambios en la actividad son normales.

  Mas tarde, tenemos niños que a veces desde etapas muy tempranas, al iniciar el desplazamiento físico, el gateo, la marcha, van de un lugar a otro, se incrementa su movilidad, suben bajan, requieren que se le supervise, “no descansan” y es difícil que respondan a estímulos verbales. Aun no se integran y no ejercen su acción atenuante los mecanismos reguladores. En estas etapas, la actividad no solo es normal, sino necesaria.

  Mas adelante, una gran mayoría de niños, mientras permanecen en casa, antes de su incorporación a sistemas escolarizados grupales, no son reportados o llevados a consulta por dificultades de relación, a menos que los padres trabajen y convivan menos tiempo con el menor. En etapas posteriores, al ingresar al medio escolar, al requerir tiempos de mayor estabilidad para sus trabajos, se comienza a reportar a algunos por dificultades para concentrarse en algunas tareas, o bien sus respuestas son impulsivas y hay dificultad en el control de la respuesta emocional. Desde mi punto de vista, gran número de estos menores solo experimentan problemas de adaptación, experimentan dificultades para integrarse ante un ambiente que les demanda mayor estabilidad y habilidades para un trabajo que el sistema escolarizado lo hace uniforme, integrarse a un programa organizado para tareas de grupo. Sus respuestas conductuales ante estos cambios, con frecuencia son etiquetadas de “hiperactividad”.

  En el otro extremo tenemos el niño tranquilo, quieto, que no representa dificultades y parece descubrir como actuar “sin necesidad de que se lo digan”.

  Desde mi experiencia, no se puede hablar de un mismo tipo de “hiperactividad” y también, se me generan muchas dudas en cuanto a que, si lo que queremos cambiar en el menor es el nivel de actividad o debemos buscar otra cosa como mas adelante se expone; en consecuencia, un solo cuestionario o enlistado de “condiciones” que lo hacen hiperactivo es a todas luces, parcial, arbitrario, y fuera de un marco clínico.

  Hay que distinguir que:

  A.- Una cosa es la hiperactividad como padecimiento, por ejemplo en las lesiones cerebrales, trastorno bipolar, (fase de manía o euforia), excitación psicomotriz, donde también es de difícil hablar de una hiperactividad “pura”.

  B.-La hiperactividad puede presentarse asociada a un padecimiento, asociada a retraso mental, autismo.

  C.- La hiperactividad como síntoma, asociada a alteraciones emocionales o la

  D.- “Hiperactividad” como resultado de una etiqueta. (niños con dificultades para integrarse a un sistema grupal escolar).

  En algunos casos, las variaciones de los niveles de actividad en “el niño difícil”, o una mayor actividad, se observan desde los primeros meses de vida, el niño va adquiriendo una actividad que le caracteriza; una forma de ser, hay una excesiva irritabilidad, llanto, mueven diferentes sectores de su cuerpo, caminan a edades menores al promedio, tienen dificultades para permanecer en un solo lugar.

  Otras veces la actividad que se califica de excesiva se manifiesta o se inicia en otras etapas, aparece cuando se da algún cambio de ambiente, por ejemplo: cambios de domicilio, ingreso a estancias o guarderías en sus etapas de lactancia y maternal, ingreso a niveles escolares: preescolar, primaria y en ocasiones es al comienzo de la adolescencia como es el nivel de escuela secundaria. Es importante examinar si es una inquietud real, como padecimiento, es una respuesta asociada a otros padecimientos o solo es una respuesta de adaptación y son cambios transitorios.

  Es evidente que se trata de situaciones complejas, con frecuencia difíciles de generalizar. También es conocido que en ocasiones el niño se muestra inquieto o difícil en algunos lugares y en otros no. 

  Por ejemplo, en la escuela es tranquilo, en casa es muy inquieto o bien a la inversa. Todo esto ha sido examinado y se ha establecido que para hablar de hiperactividad, se requiere que esta forma de actuar ocurra en dos o más ambientes y por un lapso de tiempo mayor a seis meses.

  Inclusive las formas de actividad excesiva que aparece en edades tempranas, (primera infancia), son diferentes y tienen un curso diferente a las que se manifiestan (al menos en forma mas aparente) en etapa preescolar, escolar, secundaria o juventud.

  En etapas tempranas predomina la irritabilidad, llanto. En la etapa preescolar y primaria predomina la asociación con dificultades en formación de habilidades, lenguaje, motricidad, aprendizaje, dificultades para conciliar el dormir. En edades posteriores se asocian a rasgos disociales.

  Dentro de estos contextos, en realidad lo esencial que se puede observar y se quiere destacar, es que: cada ser humano no adquiere, o no esta determinado a tener un solo nivel de actividad, sino que tiene la capacidad de producir diferentes formas y niveles de actividad, las que se pueden ubicar en una polaridad o en un continuo, desde la actividad escasa, hasta una actividad excesiva, con diferentes niveles y formas intermedias.

  Por ejemplo: si una persona camina por la calle, su ritmo de desplazamiento, no es el mismo, puede incrementarse si tiene prisa, puede aumentar si cruza una calle, disminuye si examina aparadores, se detiene si hay un alto y no puede cruzar una calle, su actividad varía de acuerdo a las condiciones del entorno.

  Dentro del proceso de desarrollo, en el niño, se producen cambios normales de la actividad o la forma de actividad cuando se superan etapas del desarrollo: así, el recién nacido, el lactante, modifica niveles y formas de actividad cuando pasa de la actividad refleja, (supera reflejos de moro, prensión), a la actividad intencional.

  Poco a poco va logrando desarrollar habilidades que le permiten actuar en el ambiente, dar mayor precisión a sus movimientos, coordinación; así: camina, corre, salta, manipula, pasa objetos de una mano a otra, actúa por imitación, juega, aprende, avanza en la socialización, va logrando actuar de acuerdo a las demandas del ambiente. Se entusiasma y se muestra activo ante el surgir de sus capacidades de movimiento.

  El niño experimenta una necesidad de movimiento en diferentes formas y grados de intensidad. Esta actividad, el niño tiene que organizarla frente a un mundo social estructurado (por no decir rígido) que bien o mal son marcos en donde tenemos que aprender a organizar la conducta que corresponde a esos marcos o límites. El niño no nace con ese conocimiento, tiene que aprenderlo, para algunos niños es más fácil, lo hacen casi con solo la imitación, otros avanzan con ayuda y quedan otros que efectivamente pueden requerir atención especializada.

  El siguiente paso para los seres humanos es que, una vez que sabemos que tenemos la posibilidad de esa amplia gama de movimientos en cantidad, intensidad y forma, se logra actuar y producirlos en forma voluntaria, movernos de acuerdo a una motivación, intereses o de acuerdo a las necesidades. Así: si deseo correr, corro, si deseo observar sin moverme lo hago, si deseo permanecer sentado, de pie, o caminar, lo hago. Se formas las diferentes praxias.

  La etapa final del desarrollo respecto a las acciones, no es una forma particular de movimiento, (lo normal o lo anormal, no puede clasificarse derivado de la intensidad del movimiento, un déficit o un superávit) sino que lo que el ser humano adquiere como capacidad, es una gama extensa de posibilidades de movimiento, tipos y formas de movimiento: en las formas estables se elije estar de pie, sujetar algo, sentarme, recostarme o acostarme, en las formas móviles se puede mover los pies, las piernas, caminar, saltar, correr, mover las manos, los dedos, manipular, sujetar, pinza, se calcula la posibilidad de unos 60 o más tipos diferentes de movimientos manuales y finalmente el ser humano, sobre una forma particular de moverse (movimiento de base), puede producir muchos movimientos, unos permanecen como reflejos(retirar la mano, saltar, correr, frente a ciertos estímulos, dolor, amenaza, miedo) otros son producto de necesidades (hambre, sed, sueño) y otros son intencionales o voluntarios, cada persona, elije, o actúa de acuerdo a una necesidad o interacción social.

  En esta etapa el punto clave es la la actividad dirigida a metas, (actividad objetivada de Leontiev) que está determinada por la libertad para elegir las acciones, libertad para determinar el nivel de actividad , organizar la forma, producir la energía que se requiere y a su vez planear la cantidad y la secuencia de movimientos que tengo que realizar para alcanzar una meta (praxias y metas).

  Sin llegar a la enfermedad, puede ocurrir que el temor, la angustia, la ira, la tristeza modifiquen nuestra forma de movernos, los prejuicios, o las experiencias modifican nuestra forma de movernos, pero no se anulan otras posibilidades.

  Se insiste que la enfermedad no puede entenderse como un déficit o superávit, sino solo puede entenderse como una reducción de esa gama de posibilidades de movimiento, la diversidad de la movilidad se reduce, El sujeto pierde su libertad y actúa con un solo tipo o con formas limitadas de movilidad.

  Hay diferentes tipos de enfermedades que producen alteraciones del movimiento: parálisis, paresias, movimientos involuntarios (temblor, corea, atetosis), tics, movimientos estereotipados, crisis convulsivas, crisis psicomotoras, “ausencias”. En estos casos de movimientos involuntarios, el enfermo sufre porque sabe, se da cuenta de la limitación a sus posibilidades vitales. En otras alteraciones, como las crisis psicomotoras, ausencias o crisis convulsivas, el sujeto pierde la conciencia, no se da cuenta.

  El darse cuenta es un aspecto clínico importante, con frecuencia el niño difícil, no percibe el sentido o el porqué se le pide una u otra forma de actividad, no distingue los marcos en donde la estructura social le pide inicie o cese un cambio de conducta. En los rasgos disociales el menor (o sujeto de mayor edad), parece darse cuenta, pero no lo evita porque no es capaz de captar límites en relación a las consecuencias de transgredirlos, e inclusive le puede resultar agradable la molestia o el daño que produce (crueldad).

  Así, el problema de la actividad se observa cuando se reduce, se limita o se exacerba la movilidad; es decir se pierde la libertad del movimiento, el problema se produce cuando perdemos la capacidad de elegir el tipo de movimiento o bien no sabemos o no entendemos cual tipo de movimiento o acciones, se requiere realizar en determinada situación; la tendencia es hacia una forma particular de actividad o bien el movimiento que se elige no se puede realizar, no se tiene la habilidad para hacerlo o se realiza con torpeza que al menos predomina y por lo mismo se torna ineficaz frente al ambiente el cual requiere de la diversidad y destreza de las acciones.

  En el caso del niño denominado “hiperactivo”, es un menor que no se da cuenta, de que tipo y en que forma debe realizar el movimiento o acciones y grado de destreza que se le pide, no se da cuenta de lo inapropiado de sus acciones, lo inapropiado de continuar dentro de una sola forma de actividad, que expresa dentro de los diferentes entornos: familiar, social o escolar.

  El niño o persona mayor también tiene un problema cuando no puede regular esos niveles de actividad, cuando se actúa en forma precipitada o insuficiente ante una situación que requiere lo opuesto.

  Inclusive tenemos una gran capacidad para regular el movimiento, el cerebelo y el sistema extrapiramidal, son grandes sectores funcionales que regulan el movimiento, y nos liberan de organizaciones intermedias para el movimiento, (automatización) así, por ejemplo, yo solo veo la intención (movimiento voluntario) de tomar un objeto, pero por medio de la vista y la experiencia táctil se lleva información al cerebelo y sectores extrapiramidales (retroalimentación) para calcular la fuerza, la dirección, del brazo, la postura, colocación de los dedos, y el tiempo que puedo sostener algún objeto; si tengo que sostenerlo, el cerebelo también se encarga de los movimientos compensatorios para no perder el equilibrio.

  Mas adelante, la regulación depende de un proceso de aprendizaje, tanto resultado de la participación e influencia de los adultos como de la propia experiencia del menor.

  Los deseos, los impulsos, las acciones, sobre todos sus expresiones físicas, se tendrá que aprender a regularlos. El comienzo de su regulación, (la toma de conciencia), como veremos mas adelante se produce al captar la ineficacia de tipos de respuestas (irreflexión, respuesta inmediata) en la respuesta emocional.

  Se adquiere conciencia, nos damos cuenta de que en la expresión violenta de la ira, o excesiva en la tristeza, solo se expresa una emoción, no una solución. En estos aspectos el lenguaje tendrá una gran participación.

  También se observan problemas en la actividad, cuando nos hemos habituado a una sola forma de actuar en donde predomina uno de los extremos, o de excesiva calma o de excesiva actividad, cuando, como resultado de un hábito, no puedo modificar esta forma de actuar y se requiere de otra forma.

  En otros casos, sobre todo ya en el adulto, se tiene un problema en la actividad cuando nuestras acciones (puede no haber problema para regular el nivel de la actividad y tampoco haber perdido la posibilidad de realizar diferentes tipos de movimientos), solo se dirigen a un solo aspecto del entorno, (sin que este determinado por una elección, o es producto de una elección errónea), ya sea porque me resulte atractivo, cómodo, agradable o bien altamente placentero o no pueda integrarme al proceso de socialización, superar prejuicios, bloqueos y se abandonen otras actividades. Por ejemplo la actividad dirigida solo al entretenimiento, la moda, la sexualidad, el juego, el alimento, el alcohol, drogas y otros , cuando se tornan objetivos permanentes y únicos en la vida de una persona, se les denomina adicciones. 


INFLUENCIAS CULTURALES EN LA EVALUACION DE LA ACTIVIDAD.

  Para llegar a una evaluación objetiva de lo que se llama hiperactividad, también hay que añadir que la forma de valorar los niveles de actividad en los seres humanos en general y en los niños, ha sido diferente en otras épocas o en situaciones de crisis.

  Los altos niveles de actividad tuvieron que ser bien vistos en culturas guerreras, en donde estar sobre alerta, en ejercicio constante y presto a la lucha, inclusive ser temerario, enmarcaba a un personaje destacado. (Esparta, Atenas, Roma).

  La estabilidad, el control, la astucia, daba valor a otros personajes dependiendo de la actividad que realizaban. (Ulises).

  Fueron filósofos griegos, los primeros en describir la importancia del justo medio, o desarrollaron los principios de la ética social, inclusive explicaban que no se trata de inhibir ninguna respuesta, ni dejar de responder con enojo, ira, pero aclaraban: siempre y cuando se de la respuesta adecuada y que se requiere en alguna situación.

  Los Romanos tuvieron la necesidad de legislar y crear códigos tanto de conducta como de sanciones para lograr influir en el comportamiento.

  Fue la religión quien planteo doctrinas en donde observó que la ira, el odio, el resentimiento, la venganza, generaban conductas interminables de combate y el amor, el perdón, el olvido de las ofensas, podía marcar un camino hacia una paz, al menos de una de las partes. El mostrar esa paz, esa calma, produjo un modelo de estabilidad (ideal) de la conducta (Edad Media).

  La rebeldía, ha sido exaltada en muchas descripciones de la historia.

  Desde la rebeldía ante la autoridad irracional, ante la esclavitud, como Espartaco, los cantos famosos que representan la libertad, dolor y esperanza del pueblo etíope y judío al ser prisioneros en Egipto y Babilonia, expresados en forma magnífica en Operas de Aida y Nabuco, de G. Verdi. Las Historias de Guillermo Tell, El Correo del zar. La rebelión francesa ante los poderes absolutos, que llevaron a la eliminación de las monarquías.

  Situaciones que nos hacen ver la hiperactividad desde otros ángulos, mientras en la actualidad unos nos tratan de convencer que el niño está enfermo, está mal, y parece una epidemia de niños inquietos, otros vemos y pensamos que nuestra sociedad actual o la estructura de la escuela puede estar generando respuestas de oposición, y a continuación menciono algunas situaciones que me han llamado la atención y preocupan ya que son cambios sociales que hacen mas difícil la adaptación del niño a su entorno.

  Como observación de una situación social, quiero hacer notar que durante muchos años, siglos, el desarrollo del niño estaba sujeto a una autoridad absoluta por parte de los padres y otras autoridades dentro de los sistemas sociales, al niño se le sometía, se le obligaba a trabajar. La rebeldía, la actividad no permitida se castigada con severidad, el aprendizaje se realizaba con fórmulas como, “la letra con sangre entra”. Se puede afirmar que en la actualidad ese mundo ha cambiado, de ese sometimiento, se ha pasado a un ambiente para el niño en donde en gran parte se atienden sus necesidades, inclusive a veces los adultos tenemos miedo de decirles o pedirles algo ( miedo a producir algún trauma). Los niños ya conocen de aspectos legales y ante la presión de los padres, ya hablan de establecer demandas. Las nuevas generaciones llegan a un mundo en donde se les da una gran libertad, aceptada o legislada, con un sinnúmero de derechos, situación muy apreciable, a todas luces de gran valía, pero que no ha sido acompañada de la forma en que debemos guiar esa libertad.

  Desde mi punto de vista se logró la libertad para el niño, pero no estaba previsto lo que implicaba esa libertad y hasta ahora nos damos cuenta y vemos con tristeza que no tenemos las herramientas para dentro de esa condición, lograr la mejor evolución de la infancia. No solo hacer cartas de derechos y obligaciones de los niños, sino encontrar el modelo de ser humano que se pretende lograr y el procedimiento para lograrlo.


  En todas las épocas se ha tratado de alcanzar ciertos modelos. En la actualidad no se logra o al menos en lo personal, no logro entender cual es el modelo de ser humano que se pretende alcanzar mediante los programas educativos actuales.

  Dentro de estos modelos que ha mostrado la historia, tenemos los siguientes, que menciona Francisco Larroyo:

  La sociedad Espartana, preparaba a las nuevas generaciones para la guerra, nace la concepción estoica, eliminaban inclusive a los que nacían con probables limitaciones para esa condición guerrera. Desde niños los enseñaban a manejar la espada, la lanza, el desarrollo físico, la resistencia al dolor, a la fatiga, todo dirigido a la guerra, un espíritu combativo que se sustentaba en la defensa de la patria, la familia, la tierra.

  El modelo que se desarrollo en China, fue un modelo en donde las mayores cualidades se dirigían a la administración, a la organización del estado, a la conservación de las tradiciones. El sujeto que mejor aprendía la historia, los conocimientos del pasado, inclusive había una especie de concursos de oposición en donde el que demostraba mayor información y conocimiento de las tradiciones se premiaba con los cargos públicos mas altos.

  Otros modelos son convergentes, en el pasado el guerrero era un sujeto básico dentro de una sociedad y o bien esto se les enseñaba a todos o bien se produjo la división de funciones y clases.

  La sociedad griega planteaba como metas principales el conocimiento y la belleza.

  Los egipcios tuvieron como meta la vida eterna.

  Los romanos tuvieron como meta el poder institucionalizado, las leyes.

  El hombre de la época medieval tuvo como meta también la vida eterna, se le ha llamado educación Cristocéntrica.

  El hombre del renacimiento. De nuevo tuvo como meta: la belleza, el sentimiento estético y el conocimiento.

  Se puede añadir, que el sujeto posterior a la revolución francesa y derrocamiento de la monarquía tiene como objetivo el conocimiento, desarrolla lo que llamamos ciencia, utiliza un método, rompe con lo dogmático de las posturas monárquicas, de las religiosas, de las provenientes de los clásicos, etc. y se lanza a obtener conocimientos por medio de un método que al mismo tiempo que le ayuda le limita, el método científico, la observación, la experimentación, la verificación, realiza logros sorprendentes, logra avanzar en forma importante, significativa, en el conocimiento de la vida, la naturaleza, el cuerpo humano, las enfermedades, amplifica la forma de ver la vida, descubre lo microscópico, los últimos componentes de la materia y la energía, el telescopio, los movimientos más lejanos de las estrellas y las galaxias. Descubre medicamentos, procedimientos quirúrgicos que nos permiten recuperar la salud. En una sociedad donde el objetivo es el conocimiento científico el modelo que se requiere es el de un niño o joven que conozca las leyes de la física, la química, las matemáticas, de esta forma está en posibilidades de entender como funcionan las cosas, cómo se construye un automóvil, un aeroplano, un medicamento, una computadora, o todos los objetos que he mencionado, cómo funciona desde una licuadora, una plancha, una televisión, como se obtiene la energía con el petróleo, el movimiento de las máquinas.

  La energía eólica, hidráulica, térmica, cómo se desenvuelve la naturaleza, los pronósticos del clima, como funcionan los satélites.

  El modelo que logra el éxito en este tipo de sociedad es aquel que logra entender mayor número de funciones, mayor número de mecanismos, mayor número de productos u objetos de uso cotidiano, que conoce los principios de la electricidad, electrónica, y tanto los aplica a resolver sus fallas como a darles un uso particular en relación con cada necesidad profesional.

  Surge entonces y se influye en la actualidad hacia un modelo educativo tecnológico.

  Lo que se ve difícil, es que para ese modelo tecnológico, se requiere un gran esfuerzo, dedicación al estudio, motivación hacia el trabajo académico, anhelo que no observamos en nuestros estudiantes, además se trata de alcanzar ese modelo tecnológico en una sociedad donde no tenemos tecnología, no tenemos una suficiente tecnología mexicana que pueda competir con estos inventos, aspecto que lo hace poco atractivo para las nuevas generaciones. Sin embargo se tiene que tener al menos un modelo de trabajador, un modelo de estudiante que quizá pueda importar estos productos, manejarlos, hacerlos funcionar y aplicarlos a las necesidades locales o regionales.

  Cabe mencionar que otro aspecto a meditar de nuestra sociedad es que a medida que crecen los productos electrónicos, nos ha conducido, no a esa sociedad organizada por medio de la ciencia y la técnica, sino nos ha llevado a una sociedad donde el objetivo es la comodidad, un tipo de sociedad utilitaria, rodeados de artefactos que efectivamente nos producen beneficios, nos permiten disponer de mas tiempo para otros menesteres, nos liberan de cargas que en otra época absorbían nuestro tiempo, pero no distinguimos entre la ayuda para realizar tareas y el deseo de que me sean hechas las tareas, llevamos la comodidad al extremo, autos que hablan, que me recuerdan llevar mis utensilios de trabajo, que me orientan en un mapa para ir a la tienda de la esquina, controles digitales, etc. Múltiples formas de entretenimiento.

  Todo esto nos conduce en la actualidad, a un tipo de sociedad utilitaria, en donde se considera a ultranza que el ideal es el bienestar, la comodidad, el entretenimiento, a veces se le llama “disfrutar de la vida”, una sociedad en donde no exista el dolor, el sufrimiento, eliminar las molestias, algunos escritores le llaman “algofobia”, tenemos miedo a experimentar sensaciones molestas, el cansancio, los achaques, la enfermedad, “vivir la vida” antes de que llegue la muerte, la seguridad económica permanente y ante esto dejamos de lado realizaciones específicamente humanas.

  Inclusive este modelo en una sociedad “democrática” se convierte en un modelo donde los políticos que aspiran al poder tienen que ganarse al electorado, tienen que aumentar el “rating”, hacen encuestas acerca de lo que desea el electorado, y en forma constante nos prometen una sociedad en donde se tendrá salud en forma generosa, vivienda, “seguridad”, los sindicatos garantizan también el bienestar presente y futuro, beneficios interminables, trabajo bien remunerado (no significa que lo haga bien o no lo haga), sino que siempre debe estar bien remunerado, nos ponen nieve, pistas de hielo, rifas, (no exaltan los denominados valores tradicionales) sino que los mismos sindicatos o los políticos hacen rifas en donde alguien obtiene un auto, un objeto de línea blanca, lavadora, licuadora, plancha, etc., todo en función de lo que denominamos bienestar, comodidad, llegan a prometer equitativamente el amor, la felicidad, regalan viagra.

  En realidad todos estamos dentro de este modelo, todos hemos entrado a esta ideología.

  La discusión de los políticos no se relaciona al fin, el fin es el mismo, tanto las corrientes llamadas de derecha, como el liberalismo, el libre comercio, las sociedades industriales o de primer mundo, como las de izquierda, socialistas, comunistas, plantean el mismo objetivo, lo que las distingue o las hace diferentes son los medios que proclaman para obtenerlo y que con sus propuestas es mayor la extensión del objetivo.

  Ahora bien lo utilitario o lo material como se ha llamado, en realidad y por supuesto no se puede demeritar, también es un valor, los seres humanos necesitamos alcanzar metas económicas, resolver necesidades básicas de alimentación, vivienda, salud, formación profesional, y el que se de en mayor o menor grado puede ser a veces circunstancial. Estas metas son reales, necesarias, de otra manera la vida se terminaría, perecemos, el problema se encuentra en que no debe ser una meta, no necesariamente el final de la existencia, sino un medio para obtener otro tipo de satisfactores, el desarrollo del conocimiento, de sí mismo, de la naturaleza, del mundo, el desarrollo de sentimiento estético, el arte, el desarrollo de las habilidades de comunicación, el desarrollo de los sentimientos de afecto entre los seres humanos, el desarrollo de las potencialidades humanas para que cada quien encuentre la felicidad.

  Una sociedad puede tener como meta la comodidad, el bienestar pero no puede producir felicidad, y la felicidad no puede ser un producto en donde el sujeto o los sujetos que son mas felices le puedan dar parte de esa felicidad a otros para que de esta forma seamos felices todos.

  El sentimiento de felicidad, de logro, de realización humana es un sentimiento personal, es resultado de un esfuerzo personal, cada quien tiene que luchar para lograrlo.

  La difícil combinación entre esa libertad con la que nacen y se forman las nuevas generaciones de niños dentro de una sociedad de consumo, utilitaria y hedonista, no nos ha conducido a buenos resultados, el niño o los seres humanos tenemos una tendencia natural hacia lo placentero, cómodo, agradable y si tenemos al alcance la bolsa de dulces, la vamos a querer consumir toda sin pensar, sin entender o sin querer entender cómo se produjo, cómo se produce y cómo vamos a sostener la continuidad de ese bienestar (la educación).

  El sujeto aspira a lo que se denomina bienestar, comodidad, el éxito económico y el entretenimiento permanente.

  Si este objetivo se maneja en forma equilibrada es justo, es una justa recompensa a una vida de trabajo. Pero si le ve como un objetivo ambicioso entonces el individuo dentro de ese contexto social tratará de obtenerlo por los medios que sean, tratará de apropiarse de los medios económicos por la forma que sea y alcanzarlos con el menor esfuerzo.

  Objetivos de comodidad, entretenimiento constante, real o artificial sin formación humana, sin valores, puede ser el germen de otras dificultades en el comportamiento.

  EL NIÑO O LAS NUEVAS GENERACIONES TAMBIEN SE ENFRENTAN A OTRAS CONTRADICCIONES OBSERVADAS RESPECTO A LA ESCUELA Y QUE PUEDEN AFECTAR SU ADAPTACION.

  1.- Los programas escolares cambian, las formas de evaluación de los conocimientos cambian; las edades de ingreso se acortan (los niños tienen que aprender a leer a edades mas tempranas), al parecer por necesidades administrativas (sobrepoblación) mas que por requerimientos de los escolares.

  La terminación obligatoria y masiva de la etapa preescolar, donde muchos menores son transferidos a la primaria sin haber alcanzado los niveles de maduración o competencias previas para el aprendizaje pedagógico o lectoescritura nos ha generado dificultades en el rendimiento de muchos pequeños.

  Nos ha llevado a la necesidad cada vez mas amplia de dar tratamiento a niños con problemas de lenguaje, dislalias, y otros aspectos madurativos antes tolerables porque se posponía un año su ingreso a primaria pero que ahora con el ingreso forzoso a la siguiente etapa se les dificulta el acceso a la lectoescritura, habilidad instrumental que constituye el medio para adquirir conocimientos y evolución académica posterior.

  2.- En diferentes ocasiones se ha expresado que cuando en un grupo escolar, un alumno reprueba, el problema es del alumno, pero si de un grupo de 30 niños, todos reprueban el problema es del maestro.

  Así, en una sociedad, que pretende la alfabetización total por decreto y legisla a una asistencia obligatoria a la escuela desde nivel preescolar a preparatoria sin la debida atención, social, pedagógica, magisterial y adecuadas condiciones de las aulas, solo se puede pensar en formar problemas de adaptación.

  Es decir cuando solo algunos alumnos se oponen a asistir a la escuela, se les puede explicar y convencer las bondades del estudio; pero cuando el numero de evasores de la escuela, sea por fobia, inatención, hiperactividad, rebeldía, negativismo, actitudes escapistas o bajo rendimiento; la cantidad es excesiva, tenemos que pensar si lo que hacemos es lo adecuado, en donde esta la falla, y que se requiere.

  3.- Además de seguir luchando por cambios en el tipo de sociedad que tenemos, ¿Se requiere transformar el modelo educativo, transformar la forma de enseñanza, transformar las técnicas de trabajo, usar los instrumentos modernos?. La revolución de la informática no ha pasado la barrera de los muros escolares.

  Los niños reciben computadoras pero solo para usarlas en juegos no para su trabajo escolar, se requiere quizá ya enseñarles a escribir “a máquina” o con el teclado, grabar las clases, entregar tareas en un USB, dejar de tener miedo a que con la computadora solo van a transcribir, no a pensar. (El Síndrome de Frankenstein hace referencia al temor de que las mismas fuerzas utilizadas para controlar la naturaleza se vuelvan contra nosotros destruyendo al ser humano o las capacidades humanas).

  El entretenimiento, que básicamente usa estos medios, definitivamente nos supera y nos ha ganado la batalla.

  Es decir, para el niño difícil, o que se califica de inquieto, es posible que su mente ha cambiado. En sus videojuegos, los hemos programado a una estructura de pensamiento en donde se ha eliminado el tiempo y el espacio y el niño, en estos juegos, comienza y termina una etapa, o pasa a otro nivel en una transición difícil pero rápida. Frente a esto, los temas escolares, presentados en forma verbal, ya no le resultan atractivos no en el contenido sino en la forma de presentación.

  4.- La rapidez de los cambios sociales, la rapidez de los cambios de estímulos en el ambiente, llevan a una forma de adaptación de pensamiento, las soluciones, las metas, deben alcanzarse rápido, si no es mágica, o si una película no es de acción, con escenas que solo duran segundos, “aburre”.

  Creo que a todos nos cuesta trabajo ver un programa de televisión, quedamos enajenados frente a 100 o más canales de televisión, y solo caemos en conductas repetitivas en el uso de el control de la TV (que o a quien se controla), solo estamos apretando botones y pasando de un canal a otro.

  5.- En la actualidad, en la escuela, el niño también se enfrenta a muchas otras contradicciones.

  a.- En etapas tempranas se da un gran valor a la estimulación temprana, el que el niño se mueva, participe, se estimula el desarrollo. La dificultad comienza a presentarse cuando el niño requiere trabajar en grupo, etapa preescolar y primaria, donde ya no es útil solo estimularlo o activarlo con juegos o cantos y requiere mayor estabilidad, seguir indicaciones.

  b.- Mencioné antes, que no hace mucho tiempo, no todos los niños entraban a la escuela, los que no lograban avanzar se excluían y a muchos se les hacía trabajar desde etapas tempranas. Las nuevos logros sociales en donde la educación es obligatoria, contempla que todos los niños, desde preescolar a preparatoria y profesional, asistan a un sistema escolarizado y se integren a una actividad de grupo (por cierto numeroso), a donde llegan sin la motivación suficiente, sin entender diferentes aspectos de la conducta social o de grupo y para cumplir tareas determinadas por un programa que los adultos creemos es el mejor.

  c.- En otros casos o escuelas, mas notorio en la primaria, a los escolares se les pide situaciones contradictorias, por un lado un mayor rendimiento para tareas concretas, destacar de entre sus compañeros, hacerlo mejor que los demás, se le otorga reconocimientos en calificaciones o “ cuadro de honor” o escolta, es decir se presiona hacia una competencia, una rivalidad, y por otra parte se les pide convivencia, compañerismo, amistad, cordialidad entre ellos y trabajos de grupo o en equipo.

  d.- En las conductas de grupo en el escolar, aun persisten actitudes de discriminación, es frecuente la hostilidad hacia el alumno que destaca, hacia el más débil, al que puede tener alguna diferencia física, al que tiene dificultad para aprender, (Hay discriminación hacia las diferentes formas de inteligencia o hacia la velocidad con que se realizan las tareas), tanto que ya se legisla sobre la integración del niño con dificultades de rendimiento o sobre el llamado bullying o acoso escolar. (No es aventurado pensar que si los niños afectados o que afectan en este llamado acoso escolar, alcanza cierta magnitud y se convierte en un mercado potencial, a algún laboratorio se le va a ocurrir hacer una pastilla para que el afectado “se defienda” o para que, el que acosa, experimente menos el deseo de molestar a los demás).

  e.- En realidad una de las mayores dificultades para los humanos, está en ponernos en actividad, ponernos en marcha, a esto le llamamos flojera, desgano, falta de entusiasmo, tener que hacer o cumplir con nuestras obligaciones. Caemos en una pasividad o hipoactividad. Con frecuencia esto, quizá derivado de una falta de motivación, aparece en el escolar y se le califica de distraído al no terminar sus tareas.

  f.- En el otro extremo, las dificultades se observan en la actividad de alguna persona o niño que desde el punto de vista del entorno, es mayor al promedio (hiperactividad), ya sea a nivel de trabajo, escuela o juegos, que si es organizada se le llama eficiencia, o bien si se trata de una disregulación en donde su actividad la dirige solo hacia el juego, entretenimiento, actitudes evasivas, donde el problema no es tanto la actividad por sí misma, sino cómo la distribuye o cómo la organiza en relación a las diferentes necesidades que puede presentar un niño, adolescente, joven o adulto dentro del marco escolar, se atribuye a algo denominado hiperactividad.

  g.- La sociedad, en cuanto a conducta eficiente, para el escolar exige una especie de contradicción: una “actividad estabilizada”, es decir una actividad mental prolongada donde permanezco estable, predominantemente sentado o de pie, pero con la mente muy activa, alerta, con atención sostenida por lapsos cada vez mayores, ya sea leyendo o realizando alguna actividad con las manos, escribir, manipular, habilidad artesanal, cantar, uso de la computadora, juegos didácticos, etc.

  Cuando el niño no logra esa “actividad estabilizada”, no llega a la meta requerida por el programa lo calificamos de flojo, no quiere trabajar, no termina, no obedece, no sigue indicaciones, con problema de atención, sin indagar que es lo que le limita o impide integrarse en forma adecuada al grupo de trabajo, o quizá (perdón si atente contra un dogma), el programa escolar, o la forma de presentarlo no le agrade.

  También hay que hacer hincapié que no estamos tratando de encontrar culpables, ya que es ineludible reconocer que estamos frente a una sobrepoblación escolar en donde al maestro con frecuencia le pedimos un trabajo casi individual, en un grupo donde puede haber niños con problema de lenguaje, motricidad, aprendizaje, conducta, atención, bajo nivel intelectual, provenientes de diferentes medios, con frecuencia disfuncionales, etc., sin entrar a aspectos de salario, todo esto en grupos que oscilan entre 30 o 50 alumnos, en un marco de tiempo de unas 4 horas. Lograr trabajar en esas condiciones para el maestro puede resultar una tarea fuera de sus posibilidades.




  El aula no solo es un espacio con 4 paredes, bancas, alumnos, maestro, y un programa dirigido a un grado escolar.




  El aula es un sistema vivo, en donde convergen todos los aspectos. La planeación del programa por parte de el Estado, las Condiciones familiares, Sociales, del Maestro, de la Colonia y calle donde se encuentra ubicada la Escuela, con una historia social, magisterial, de evolución escolar y que se ubica y aplica en un presente pero que tiene un pasado amplio y determinante y está proyectada a un futuro social tanto para el alumno como el país.




  Si se mueven estos marcos dinámicos que envuelven el aula, si se mueven las condiciones del menor, los programas o los maestros y no existe un equilibrio o armonía entre ellos el resultado es la inadaptación de unos y otros, conlleva una crisis, un desajuste o desequilibrio que sobre todo se va a reflejar en el punto más débil, el alumno.



  La escuela y los programas están protegidos por el Estado, el Maestro está protegido por un Sindicato, los Padres están protegidos por su autoridad, con sus diferentes status económicos, dentro de este contexto el más vulnerable es el alumno y es el que decidimos requiere la consulta, los demás estamos “bien”, es el alumno el que “debe” cambiar.




  La necesidad de hacer estos planteamientos se encuentra en que, para resolver las dificultades que cada alumno plantea frente a su mundo escolar, no solo se requiere aplicar un cuestionario o utilizar un medicamento.

  Para una correcta evaluación de la conducta en el menor, tenemos que diferenciar, la parte que corresponde a la sociedad y sus cambios, la familia, la parte de las dificultades que el menor puede presentar y no se puede dejar de lado la parte que corresponde a la escuela, programas, maestros y sociedad en la que vivimos.

  Con estos comentarios relacionados a nuestra sociedad y medio escolar se quiere destacar que las conductas que observamos en el niño con frecuencia llamadas hiperactividad y que implican no sostener la dirección a meta, no acabar sus trabajos, ir de un lugar a otro, no seguir instrucciones. En muchos casos, mas bien puede considerarse como un problema de adaptación, conductas evasivas del trabajo escolar.

  Insisto en que tampoco significa que no exista el padecimiento o padecimientos donde se presenta una “hiperactividad” que requiere una atención especializada, pero en otros problemas que el menor manifiesta dentro del ámbito escolar, es posible que solo se trate de “etiquetas” ante un comportamiento que solo es aparente y puede ser resultado de muchas causas o factores.

  Aún así, dentro de este mar de dificultades, y sin dejar de entender que vivimos una sociedad muy compleja y que no es nuestra meta cambiar el mundo, el objetivo en el escolar es lograr que ese niño difícil logre la hazaña de integrarse a ese mundo académico, orientarlo y ayudar a que logre esa “actividad estable” para llegar a cumplir las metas que la Institución escolar requiere y califica.

  Aún más, se considera valioso que el niño evolucione en su atención y concentración hacia tareas mas prologadas y logre alcanzar las metas de socialización, suficientes para continuar en el ascenso de los diferentes grados escolares pero dentro de un proceso formativo que integre a su estructura de personalidad y le sirva en toda su vida escolar, desde preescolar hasta profesional, no somos partidarios de que esta trayectoria vital solo dependa de el uso de medidas coercitivas, punitivas o de algún medicamento.

  Desde el punto de vista de la integración del menor en el aula, se considera importante que el menor pueda comprender los aspectos básicos de la socialización que comprende varios puntos que en forma sintetizada se presentarán en la siguiente parte de estos trabajos.





“LOS MIL ROSTROS DE LA ACTIVIDAD”

PROYECTO FORMATIVO O EDUCATIVO PARA EL NIÑO DIFICIL.

“Si con toda tu fuerza te enfrentas a una ola, solo serás arrastrado, si te lanzas dentro de ella y la cortas o te deslizas, pasará sin dañarte”.
(Proverbio Oriental).




CENTRO DE INTEGRACIÓN ESCOLAR.
México.

Dr. Francisco Domínguez García
*Especialista en Psiquiatría (Neuropsiquiatría)*
-Experiencia de 44 años en trabajo con escolares-
Tel.: 55-5566-3955