domingo, 9 de enero de 2011

El diagnóstico en relación a las alteraciones del desarrollo, conducta y aprendizaje en el escolar.

 Dr. Francisco Domínguez García.  Enero 2011.

DEBIDO A QUE ES FRECUENTE QUE TANTO LOS PADRES O MAESTROS PREGUNTEN “¿QUÉ ES LOS QUE TIENE EL NIÑO? ¿POR QUÉ NO APRENDE? ¿CUAL ES EL DIAGNÓSTICO?, ES IMPORTANTE EXPRESAR ALGUNAS IDEAS AL RESPECTO.

ANTES DE HABLAR DE UN DIAGNOSTICO EN ESTOS CASOS es conveniente recordar que en Medicina, para un padecimiento existen diferentes tipos de diagnósticos, a saber:

       A.- DIAGNOSTICO ETIOLÓGICO. En este caso, se trata de indagar  y establecer cuál  es la causa (precisa o hipotética), de un problema, qué lo originó y si la posible causa es conocida, o bien, dicha causa aun la ciencia no la ha logrado determinar.

     También es importante conocer si ésta  posible causa, aun está activa, como en un proceso degenerativo o crónico, o bien  ya desapareció y solo nos enfrentamos a lo que se llaman secuelas. La identificación de la causa puede tener relevancia en dos aspectos: Uno, en cuanto a la magnitud del daño, y si es de origen congénito o adquirido. Estas condiciones nos dan una idea del ritmo de progreso de las funciones mentales, un pronóstico  y si es posible que el menor llegue a tener una escolaridad normal, requiere apoyo pedagógico o amerita escuela especial.  El segundo aspecto se refiere a las posibilidades de recuperación, cuanto le puede ayudar un tratamiento farmacológico  y, sobre todo, ayudar en las indicaciones de una terapia.

    !B.- DIAGNOSTICO FISIOPATOLÓGICO.  En este caso, se trata de conocer que partes de un órgano o sistema se encuentran alterados, que partes fueron afectadas por algún padecimiento y cuáles son sus manifestaciones clínicas. En este caso  en forma alternativa, en la actualidad, se usa el nombre de DIAGNÓSTICO NEUROPSICOLÓGICO.

       Respecto al Sistema Nervioso central es  importante  hacer notar  que aún se encuentra en investigación el funcionamiento del cerebro  y no hay acuerdos  o conclusiones generales. Para las funciones mentales superiores, se mencionan las teorías de la identidad psiconeural, las localizacionistas, la holistas y la teoría de sistemas de A. R. Luria.

     En este aspecto, es conveniente señalar que en muchos casos, sobre todo de  niños pequeños,  con frecuencia no se puede precisar desde una perspectiva clínica, que sector o área se encuentra alterada, sobre todo en la etapa preescolar, ya que el cerebro y las diferentes zonas corticales sobre todo prefrontales, aún se encuentran en crecimiento y maduración, están en formación.

   En estos casos ante la ausencia de un agente específico que hubiera generado algún daño, si alguna zona se sospecha alterada es preferible hablar de disfunción, inmadurez o retraso y se infiere un sector determinado.

       Los estudios de electroencefalografía, o de imagen, adquieren valor solo en relación con las manifestaciones clínicas que el paciente  presente. Los estudios de imagen, muestran aspectos anatómicos y los de electroencefalografía  variaciones en la actividad eléctrica, pero no indican las condiciones en que se encuentran las funciones mentales: atención, memoria, cognición, lenguaje, percepción, movilidad y aprendizaje.

     C.- DIAGNOSTICO CLÍNICO. El diagnóstico clínico se refiere a la integración de conjuntos de síntomas o síndromes.

      Debido a que, en la interpretación de las causas de los problemas de conducta, desarrollo y aprendizaje, existen diferentes teorías y escuelas de psicología  y psiquiatría,  se decidió  clasificar los trastornos mentales por sus manifestaciones clínicas sin señalar causas.

      Uno de los sistemas actuales que han manejado esta forma de diagnóstico es la clasificación del DSM IV  Y   CIE 10, que se refieren a diagnósticos multiaxiales, sobre todo descriptivos, (no etiológicos)

    El DSM III, IV y posteriores, cuando se refieren a DIAGNÓSTICO MULTIAXIAL, insisten en la necesidad de  dividirlo en varios sectores y los describen dentro de varios títulos principales. Señalan necesario describir por incisos:

I.-Las alteraciones del desarrollo. II.-  Las alteraciones de la personalidad. III.-  Los padecimientos físicos asociados, IV.- Las repercusiones emocionales del niño ante estas alteraciones y V.- Los cambios o eventos significativos que han ocurrido en el entorno del niño.

    Si usted revisa  este manual o DSMIV, No va a encontrar ninguna referencia a  la causa, lo que conduce a  que cada clínico la sigue interpretando de acuerdo a su formación académica: Biológica  (Psicofármacos), Psicodinámica  (Terapias), Pedagógica (Terapias de habilitación)

     La misma  clasificación, nos indica  que para hablar, por ejemplo,  de TDAH, se requiere que las manifestaciones de conducta tengan un tiempo mayor a seis meses y sean inapropiadas a su edad,  que se presenten además en dos  o más  ambientes.

      Es importante destacar que, aun cuando un padecimiento, en base a este sistema de diagnóstico clínico, alcance  el número de puntos que se señalan como requisitos para establecer un diagnóstico, o alcance  la calificación  que resulte en relación con cuestionarios (clinimetría  o métodos psicológicos de diagnóstico)que en la actualidad se utilizan con profusión, y se considere un diagnóstico como probable, cabe destacar que este diagnóstico no es el final en la investigación de un problema, sino solo es el principio.

    Este diagnóstico inicial tiene que ser revisado y sometido a lo que en Medicina se denomina diagnóstico diferencial,  indagando si no se trata de otro problema que pueda dar síntomas parecidos.

    Aun en el caso de confirmar el primer diagnóstico, tiene que ser cuantificada su dimensión, (leve, moderado o grave) y determinar la presencia de padecimientos asociados o comorbilidad.

     La comorbilidad o padecimientos asociados pueden ser menos aparentes. pero adquirir mayor jerarquía que el padecimiento a identificar y desde el punto de vista de tratamiento, tener mayor relevancia para superar las dificultades escolares.

     A continuación se mencionan además de las características, ampliamente difundidas del TDAH, (CIE10), otras diferentes condiciones que el escolar puede presentar asociadas y que requieren ser evaluadas.


TRASTORNOS HIPERCINÉTICOS. CLASIFICACIÓN INTERNACIONAL DE ENFERMEDADES      (CIE10)  F90)  DEFINICIÓN.
“Sus características principales son una falta de persistencia en actividades que requieren la participación de procesos cognoscitivos y una tendencia a cambiar de una actividad a otra, sin terminar ninguna, junto con una actividad desorganizada, mal regulada y excesiva. Estas dificultades persisten durante los años de escolaridad e incluso en la vida adulta.

   Estos niños pueden ser descuidados e impulsivos, propensos a accidentes, pueden tener problemas de disciplina, se saltan las normas, hay falta de previsión, anticipación, prudencia y valoración de consecuencias.

     Son muy frecuentes la asociación con los retardos específicos del desarrollo y del lenguaje.” 



DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL.

     A continuación se presentan 13 condiciones básicas que deben examinarse y cotejarse con el diagnóstico inicial de TDAH.


          1.- ATENCIÓN Y SOBREACTIVIDAD

SOBREACTIVIDAD. (DSMIII) Se refiere a un aumento en la actividad que aparece en un niño normal.

     El niño presenta un aumento en la movilidad. Sin embargo, se logra regular sus acciones por lapsos aceptables, puede terminar sus tareas con supervisión.


     Se considera como una variante constitucional, que con el crecimiento y desarrollo se reduce en forma significativa.


   No afecta el rendimiento escolar o lo afecta poco. No se presentan comorbilidades o alteraciones asociadas del desarrollo.

     En la mayoría de estos casos solo se requiere de orientación a los padres y maestros.



          2.- INESTABILIDAD MOTRIZ

     En este caso, el niño o escolar se muestra inquieto, pero es característico que puede permanecer en su lugar por lapsos prolongados.

      Se observa que, aun cuando permanece en su lugar presenta  movimientos frecuentes en algún sector corporal: Cambia de posición, mueve manos, pies,  se observan pequeñas sacudidas musculares en alguna parte de su cuerpo, cabeza, hombros, a veces se observa que escribe pero presenta movimientos asociados, puede aparecer movimiento en espejo en la otra mano o hay balanceo de las piernas.

      No es inquieto en el sentido de que se levante de su asiento, se desplace de un lugar a otro, sino que es en su lugar donde se observa la inestabilidad, se acompaña de sincinesias  (movimientos asociados), el ritmo de trabajo es lento.

    Correspondería a una inmadurez motriz general en donde el niño no ha logrado  disociar grupos musculares.

   Se requiere distinguir, en el caso de que presente las características anteriores, pero los movimientos son involuntarios, de tipo coreico o atetósico, entonces se tiene que pensar en movimientos involuntarios de origen  extrapiramidal.

     Para su manejo se requiere evaluar el nivel de desarrollo motriz y proceder a su habilitación para estimular sectores o actividades en desventaja: marcha, carrera, salto, coordinación general, equilibrio, habilidad manual, digital.


          3.- ALTERACIONES DE LA CONCIENCIA

     Comprende un grupo de niños que presentan episodios de alteración de la conciencia, correspondientes a Epilepsia no convulsiva.

  Destacan las crisis generalizadas variedad “ausencias” y las “crisis psicomotoras” originadas en lóbulo temporal.

     En estos casos el niño sufre episodios momentáneos o “crisis” en donde se interrumpe el fluir de la conciencia y pierde también la continuidad de las tareas.

     Con frecuencia, el escolar da la impresión de permanecer ajeno a lo que le rodea, o bien se le tiene que repetir las indicaciones, olvida la información o pierde sus utensilios de trabajo.

Se requiere realizar estudio de Electroencefalograma.


          4.- ATENCIÓN Y MOTIVACIÓN

     El niño muestra en forma constante una falta de interés hacia las tareas escolares, falta de entusiasmo.

Cuesta trabajo iniciar tareas tanto en la escuela como en casa.


      Tiene dificultad para sostener la actividad en tareas escolares amplias, con frecuencia argumenta: “eso ya lo sé, para que tengo que hacer esto o aquello, la maestra no me lo pidió,  siempre me tienes trabajando, nunca me dejas jugar……”

      Resulta difícil  convencerlo de realizar las tareas, a veces prefiere ayudar en otras actividades del hogar a los ejercicios de la escuela.

    Dirige su energía y atención hacia actividades alternas, relacionadas al juego (salir a la calle, juegos de video, ver televisión). (Si la pérdida del entusiasmo es general, hacia todos los eventos que le rodean, se debe pensar en depresión).

     En estos casos el niño aprende pero, cuando es necesario aumentar el esfuerzo y  realizar ejercicios para perfeccionar o darle calidad a sus trabajos, presenta actitudes de oposición.

      Se requiere revisar características del ambiente, grupo familiar, actitudes en el niño, situaciones formativas, supervisión de tareas.


          5.- ALTERACIONES DEL DESARROLLO

     Los problemas en la formación de habilidades: desarrollo intelectual, motriz, del lenguaje, dificultades de aprendizaje para la lectura, escritura, cálculo. Afectan ritmo de trabajo y se pierde la continuidad de las tareas.

    En estos casos, el niño puede presentar entusiasmo, se esfuerza en su trabajo, pero tampoco logra un adecuado ritmo de desempeño en el aula.

   Se requiere revisar desarrollo general en los aspectos mencionados y  establecer terapias específicas: Estimulación  múltiple, psicomotricidad, terapia de lenguaje, aprendizaje,  apoyo pedagógico extraescolar.

Revisar Clasificación Internacional de Enfermedades.  CIE10:

F80, F80.0,F80.1,F80.2  F81,F81.0,F81.1,F81.2  F82.


          6.- ERETISMO

     El eretismo es un término que se ha sido utilizado (con menor vigencia en la actualidad), para describir conductas en donde hay aumento de la actividad, (dentro de un nivel mayor que la hiperactividad), las acciones son desorganizadas, no hay dirección a meta, puede presentar actitudes imprudentes, fallas de juicio, autocrítica, no hay asimilación de la experiencia, se pueden presentar episodios de excitación psicomotriz.

    Esta conducta con frecuencia ocurre asociada a retraso mental, sobre todo medio o profundo.

  En muchas ocasiones, la discapacidad intelectual ha limitado la incorporación del niño a un sistema escolar regular.

     Se requiere que al niño se le traslade a sistema de atención múltiple y con frecuencia requiere de  manejo farmacológico.


Revisar CIE10: F84.4  F90


          7.- IMPULSIVIDAD.

    La impulsividad es una falla en la capacidad reflexiva. En la mente, no se produce el espacio suficiente entre el estímulo y la respuesta.

    La respuesta o reacción ante el estímulo, es inmediata, precipitada e intensa, no correspondiente a las características del estímulo.

    Al niño o escolar, se le observa temerario, no mide riesgo, no mide el peligro, no valora las consecuencias.

     El niño conserva potencial intelectual, pero son frecuentes las situaciones de conflicto, se acompaña de irritabilidad, labilidad emocional, intolerancia a frustración.

Es probable el uso de medicamento y orientación a la familia.


Revisar CIE 10 F90


          8.- DIFICULTAD EN CONTROL DE LA RESPUESTA EMOCIONAL

     En este caso el niño tiene muchas dificultades para controlar la respuesta emocional, sobre todo de ira, enojo, se le describe explosivo, intolerante a frustración.

   Puede ocurrir que durante sus juegos hay incremento progresivo de la tensión y termina en una crisis de ira, enojo y tiene dificultad para retornar a un estado emocional estable.

Depende de diversos factores.

     A.- El sujeto no mide el tiempo en que va a ocurrir un evento, se muestra impaciente. Desea que las cosas se den en forma inmediata.

     B.- No  considera que hay cosas que no se pueden cambiar, solo se pueden aceptar y adaptar.

Es probable el uso de medicamento y orientación a la familia.


Revisar CIE 10  F90


          9.- CONDUCTAS EVASIVAS.

   El niño que tiene dificultad para realizar sus tareas, que no intenta enfrentarse a un reto,  que tiene problemas de autoestima (considera de antemano que no va a lograr realizar la tarea), adopta actitudes evasivas: pospone, busca hacer otra cosa, busca pretextos, interrumpe su trabajo, por ejemplo: solicita ir al baño, a tomar alimento, tiene sed,  etc.

   Esta conducta evasiva ante las tareas, es frecuente confundirla con problemas de atención e hiperactividad.

Se requiere orientación a la familia y terapia al menor.

Revisar  CIE 10 F93.9


          10.- ALTERACIONES EN ORGANIZACIÓN DE LA CONDUCTA SOCIAL

     En estos casos se describe y observa que el niño tiene dificultad en la formación de hábitos, normas, límites,  aceptación de autoridad, y con frecuencia puede parecer hiperactivo.

El niño conserva potencial intelectual y el rendimiento escolar es bueno.

      En ocasiones el mismo nivel intelectual alto produce en el niño la tendencia a la manipulación y excesiva justificación a su comportamiento.

“…el empezó, me hizo, no hice nada, la maestra no me quiere, solo quieren a los demás, nunca me compras, siempre me están regañando.”

Es frecuente encontrar fallas en la organización y dinámica familiar.

        Influye la falta de estructura familiar, padres separados, ausentes, niños a cargo de otros familiares, abuelos, varios adultos como figuras de autoridad, contradicciones en actitudes, sobre-protección.

Se requiere orientación al grupo familiar, padres y maestros.

Revisar  CIE 10  F91.0


          11.- RASGOS DISOCIALES.

     El niño no forma hábitos, no incorpora reglas, realiza travesuras peligrosas, hay acciones dolosas, mal intencionadas, puede ser cruel, no hay sentimiento de culpa, pena, vergüenza, miente con frecuencia, evade responsabilidad, se justifica.

     No asimila experiencia. Hay indiferencia a la sanción. Al no experimentar sentimiento de culpa, no hay preocupación, no hay autocrítica y no se modifica el comportamiento, autocorrección.

Se han descrito cuadros mixtos de hiperactividad y conducta disocial.

     Es frecuente también confundirlo con hiperactividad y administrar algún medicamento, pero como el medicamento solo actúa sobre el nivel de actividad no sobre la conducta, el tratamiento es incompleto. A corto o largo plazo a pesar de él, o los medicamentos los problemas se sostienen o aumentan.

Requiere orientación a padres.


          12.- TRASTORNO EMOCIONAL: AGRESIVIDAD.

     El punto de partida en ésta alteración del comportamiento es entender que no toda respuesta emocional de enojo, disgusto, ira, corresponde a agresividad.

    Hay niños que pueden manifestar “mal humor, fastidio”, ser “enojones”, irascibles, explosivos pero hasta ahí. Estas reacciones, no se traducen en expresiones, físicas, verbales, de represalia o resentimiento.

     El comportamiento se evalúa como agresivo cuando en forma intencional se trata de producir un daño a otra persona.

Es nocivo en alguna forma para otro u otros (destruir, molestar, deteriorar)

     Lo nocivo puede ser directo (físico), o indirecto (calumnia, difamación, destrucción de objetos significativos, o impedir sus logros).

     Los medios que se utilizan son variables: Palabras, gestos, ataque físico o con objetos.

     En ocasiones se asocia algún estado emocional, es frecuente la ira, enojo, pero puede haber risa (burla) o placer (venganza).

Puede ocurrir durante un estado emocional o  ser planeada y calculada.

Puede ser individual o en grupo.

   Puede originarse como respuesta a la percepción de un daño real, o supuesto, ser parte de la personalidad, surgir de experiencias anteriores, surgir como una represalia a ese daño recibido real o que se imagina.

     Las más problemáticas son las que surgen en el marco de la aniquilación, o deseo  de exterminar al oponente y el móvil es la venganza.

     Si en forma persistente, aparece esta manifestación en un niño o el escolar en su relación con el grupo, se requiere psicoterapia familiar e individual.


          13.- AUTISMO

     En el autismo también puede observarse aumento de la actividad pero casi siempre es perseverativa (repetitiva).

Por ejemplo caminar de un lado a otro en el mismo espacio.

Movimientos estereotipados.

Juega con algún objeto en forma repetitiva.

     No responde  a las indicaciones por dificultades en la comunicación, no le interesan las relaciones humanas, se acompaña de otras manifestaciones, escaso contacto visual, ecolalia.

Tratamientos específicos.

Revisar CIE10. F84.0


C O N C L U S I Ó N.

     Gran parte de estas variantes de la conducta, con frecuencia, son descritas como problema de atención e hiperactividad, sin que corresponda a ésta anomalía.

Hay que destacar que:

    Cada una de las trece condiciones descritas tiene características clínicas específicas que hay que descubrir mediante una adecuada historia clínica.

Cada una tiene un manejo  y terapéutica diferente.

     Cabe insistir además que, con frecuencia,  las alteraciones descritas no se manifiestan aisladas, se pueden presentar combinadas, y esta combinación o  co-morbilidad ser de intensidad variable y de diferentes niveles de importancia.


TAMBIÉN A MANERA DE CONCLUSIÓN, SE SEÑALA  QUE NUESTRA FORMA DE TRABAJO TIENE COMO BASE LA CIE 10,   SE USA TANTO EL DIAGNÓSTICO CLÍNICO COMO  EL SISTEMA MULTIAXIAL PROPUESTO EN LOS DSMIII, 1V Y POSTERIORES.

A PARTIR DE ESTAS DESCRIPCIONES SE HACEN PROPUESTAS DE MANEJO.




CENTRO DE INTEGRACIÓN ESCOLAR.
México.

Dr. Francisco Domínguez García
*Especialista en Psiquiatría (Neuropsiquiatría)*
-Experiencia de 44 años en trabajo con escolares-

Tel.: 55-5566-3955